Las consecuencias del impeachment a Trump más allá de su salida del poder (y cuán factible es)
“Incitación a la insurrección”.
Esa es la acusación que plantea el único artículo de la resolución para imputar en un juicio político (impeachment) al presidente Donald Trump que presentó el Partido Demócrata este lunes en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
El mandatario calificó la iniciativa como “absolutamente ridícula”.
La resolución presenta cómo Trump se dirigió a una multitud de seguidores poco antes de que decenas de ellos asaltaran el Capitolio violentamente el pasado 6 de enero.
Los firmantes acusan al mandatario de hacer declaraciones que “alentaron y previsiblemente resultaron en” las acciones ilegales que ocurrieron en la sede del Congreso.
Trump hizo este martes sus primeras declaraciones sobre lo que está sucediendo cuando abandonaba la Casa Blanca para viajar a la frontera entre Estados Unidos y México.
“No queremos violencia, absolutamente nada de violencia“, subrayó antes de comentar la iniciativa de impeachment emprendida por los demócratas.
“Es una continuación de la mayor cacería de brujas de la historia política”, denunció.
“Creo que está causando tremendo peligro y tremenda indignación”, añadió.
Posteriormente defendió que su discurso del pasado 6 de enero fue totalmente apropiado.
Está previsto que el documento para iniciar el proceso de juicio político sea sometido a votación el miércoles en el pleno de la Cámara de Representantes, donde solo necesita mayoría simple para ser aprobado.
De ser así, Trump se convertiría en el único presidente en la historia de Estados Unidos en recibir un segundo impeachment de la Cámara de Representantes.
Y otro dato insólito, dados los pocos días que quedan para que Trump deje la Casa Blanca (el 20 de enero), se habla de que el juicio político propiamente dicho, que compete al Senado, podría definirse después de su salida del poder.
¿Es esto posible? Recapitulemos.
Dos vías para la expulsión
Las peticiones para que Trump sea sacado de la presidencia tras el asalto al Capitolio por parte de sus seguidores el pasado miércoles han ido en aumento conforme han pasado los días.
Demócratas y algunas voces en el campo republicano demandan que se haga responsable a Trump de acciones y palabras que, dicen, dieron lugar a los alarmantes disturbios en el Congreso.
Los legisladores son conscientes de que puede ser demasiado tarde para sacar a Trump de la presidencia antes de que expire el mandato pero aun así quieren aprobar el impeachmen y, en su caso, condenarlo potencialmente también para quitarle los beneficios de los que gozan los expresidentes e inhabilitarlo para desempeñar cargos públicos en el futuro.
Para alcanzar sus objetivos, los demócratas emprendieron este lunes dos vías en paralelo en la Cámara de Representantes: presentaron la resolución de impeachment y antes de eso insistieron en pedirle al vicepresidente Mike Pence que invoque la enmienda 25 de la Constitución.
Rápida presentación
El congresista demócrata Jamie Raskin presentó ante la Cámara la resolución en la que su partido les exige oficialmente a Pence y a los miembros del gabinete de Trump que lo saquen del poder mediante la citada enmienda.
En primera instancia, la resolución debía adoptarse por unanimidad, pero fue bloqueada por el republicano Alex Mooney, congresista por Virginia Occidental.
El documento requiere mayoría simple para salir adelante en la votación de este martes.
Pence tiene 24 horas desde la aprobación de la resolución para invocar la enmienda y evitar que la Cámara proceda con el impeachment.
La parte de la enmienda 25 en discusión es la sección 4, que permite al vicepresidente, junto a una mayoría del gabinete, declarar incompetente a Trump.
Para hacerlo tienen que firmar una carta dirigida a la presidenta de la Cámara y al líder del Senado en la que declaren al presidente incapaz de gobernar o incapaz de “desempeñar los poderes y deberes de su cargo”.
Si el presidente pelea la medida, entonces le corresponde al Congreso tomar una decisión y, mientras tanto, el vicepresidente asume el poder.
No hay indicios de que Pence más un mínimo de ocho miembros del gabinete apoyen invocar la enmienda, y menos después de saber que el presidente y el vicepresidente tuvieron un encuentro cordial en la Casa Blanca a última hora del lunes.
Por lo que volvemos a la vía del impeachment.
Sin precedentes
Ante las pocas perspectivas de que prospere la enmienda 25, la atención está puesta en la posible puesta en marcha del que sería el segundo juicio político contra Trump.
El presidente fue sometido a uno a finales de 2019 bajo acusaciones de haber buscado la ayuda de Ucrania para conseguir información perjudicial sobre Hunter Biden, hijo del que entonces era únicamente un posible rival electoral y ahora es presidente electo.
El impeachment (la acusación formal) fue aprobado por la Cámara de Representantes pero en el subsecuente juicio el Senado lo absolvió, en febrero de 2020, con solo un voto republicano a favor de la condena, el del senador por Utah Mitt Romney.
La resolución presentada este lunes habla de las distintas ocasiones en las que Trump ha intentado deslegitimar las elecciones del pasado 3 de noviembre y lo acusa de amenazar “la integridad de un sistema democrático”.
“Con esta conducta demostró que seguirá siendo una amenaza para la seguridad nacional, la democracia y la Constitución“, dice el documento, que también menciona la llamada de Trump al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que le pidió que “encontrara” 11.780 votos para revertir los resultados de las elecciones en ese estado.
El artículo menciona además la sección 3 de la enmienda 14 de la Constitución que prohíbe a cualquier persona que haya participado en una “insurrección o rebelión” ocupar un cargo público.
El artículo, si el gobierno no adopta la enmienda 25, está previsto que se vote en la Cámara el miércoles. De ser aprobado, el caso pasa al Senado, donde se necesita una mayoría de dos tercios para condenar al presidente.
Nunca se ha alcanzado este punto en la historia de Estados Unidos y no hay indicios de que los demócratas puedan conseguir ese apoyo en el Senado, donde solo cuentan con la mitad de los escaños.
Calendario apretado
Una circular difundida por el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, establece el 19 de enero como la primera fecha en la que la Cámara alta podría empezar a considerar la resolución de impeachment, justo un día antes del cambio de gobierno.