Ya llevamos 2 finales perdidas ante Estados Unidos, la Nations League y ayer la Copa de Oro
En redes sociales, de inmediato el apodo de Gerardo Martino, “Tata”, y la palabra “Fracaso” se volvieron tendencia, debido a que la final de la Copa Oro fue el colofón de un verano catastrófico para la Selección Mexicana.
Todo comenzó cuando se encendió el debate por la ausencia de Javier el Chicharito Hernández, se perdieron dos finales contra los Estados Unidos e Hirving el Chucky Lozano salió lesionado.
“No debería ser una catástrofe perder”, dijo Gerardo Tata Martino, al caer por segunda final consecutiva contra los Estados Unidos. Lo dice porque considera que su “sistema de juego” funcionó y en las dos finales contra los de Gregg Berhalter, México dominó, pero no se concretaron las “situaciones posibles”.
El problema fue que en el camino se desechó la posibilidad de regresar a la Selección Mexicana al goleador histórico del país, Javier el Chicharito Hernández, y se apostó por un mexicano naturalizado mexicano, Rogelio Funes Mori. La apuesta funcionó en los partidos de fase de grupos y en algunos de eliminación directa, pero falló en el juego de la final.
El desastre de perder la final de la Nations League contra Estados Unidos aumentó en la Copa Oro, porque en la primera derrota se jugó contra el mejor equipo que puede convocar Greeg Berhalter y en la segunda se cayó con el conjunto B, pese a que el Tata llamó a sus mejores jugadores disponibles.
El torneo de la Concacaf también provocó la lesión de Hirving Lozano, uno de los principales activos del Tricolor, que desde el primer partido fue baja, al chocar contra el portero de Trinidad y Tobago y terminar en el hospital con 40 puntadas en la cara.
Aún así, el Tata Martino dice que “no encuentro motivo por el cual deberíamos cambiar”, por lo que Rogelio Funes Mori, probablemente, siga en el Tricolor; Javier el Chicharito Hernández estará fuera de la Selección Mexicana y ¿Estados Unidos mantendrá el dominio de la zona en la eliminatoria?