Hospitales Cubanos colapsados por el Covid19
“Nadie imagina el dolor que estoy pasando en estos momentos. Nadie imagina el sufrimiento que tenemos todos en casa”.
Lenier Miguel Pérez, un cubano residente en Matanzas, en el occidente de la isla, dice que no sabe cómo seguir adelante con su vida, que está “con rabia de tanto dolor”.
En solo dos semanas, según cuenta, pasó de recorrer los hospitales de su provincia, en busca de atención médica para su hijo, a perder a su mujer embarazada, Lydda María Rivero, de 23 años, a punto da dar a luz a su segundo bebé (que también falleció).
“¡Qué dolor tan grande es perderlos a los dos a la misma vez y el mismo día!”, dice a BBC Mundo.
Según su testimonio, que BBC Mundo verificó con dos personas cercanas a la familia, todo comenzó cuando al niño de ambos, de 4 años, le dio fiebre en la noche del 22 de junio.
“Al otro día mi mujer y yo corrimos con él al policlínico para descartar lo que sucedía. Le hicieron un test rápido y dio positivo a coronavirus“, agrega.
Pérez recuerda que, dado el embarazo de su esposa, fue él quien decidió acompañar al niño durante la hospitalización.
Entonces, cuenta, fue cuando empezó su odisea: tuvo que esperar todo un día para que su hijo pudiera ser trasladado a un hospital, por falta de camas.
“23 de junio. Todo el día esperando y nada. Ni una visita de un doctor. (Había) un padre rabiando de dolor, era positivo (al coronavirus) y no había nada que darle de tratamiento”, dice.
Según recuerda, ese día, sobre las 10:00 pm, llegó un bus para trasladarlos finalmente al hospital, pero cuando llegaron, no había espacio para los menores.
“Llega una doctora de guardia y nos dice: ´El hospital está colapsado. No hay camas para los niños, solo podemos dejarlos en el pasillo a esperar a que le den altas a los que están (ingresados) para poderlos ubicar. No se sabe si es en la mañana o en la tarde o al otro día, porque todo está lleno´”.
Los padres dijeron que no se bajarían del autobús, que no permitirían que sus hijos se quedaran tirados “en un pasillo de un hospital donde lo que se respira es enfermedad”.
Los padres, cuenta, comenzaron a deambular durante toda la noche por la provincia llamando y buscando dirigentes del Partido Comunista o autoridades que le dieran una respuesta.
Finalmente sobre las 8:00 am del día siguiente lograron conseguir un lugar en el hospital, aunque Lenier y su hijo fueron después trasladados a otra clínica tras confirmarse el resultado positivo del menor.
Dice que entonces estaba más tranquilo, hasta que recibió un mensaje preocupante de su esposa: ella, también, se había comenzado a sentir mal.