Airbnb quiere que te hospedes en castillos, casas flotantes o sobre árboles, de diseño, con piscinas increíbles, en pistas de esquí o con piano de cola
Castillos, casas flotantes o sobre árboles, de diseño, con piscinas increíbles, en pistas de esquí o con piano de cola, son algunas de las 56 categorías que los usuarios de Airbnb van a encontrar en la plataforma a la hora de elegir alojamiento en su próximo destino.
La empresa de rentas vacacionales presentó una nueva configuración, en donde la experiencia de búsqueda del usuario no se basa únicamente en la disponibilidad de camas en un lugar y una fecha determinada. Consiste en descubrir otras modalidades de hospedaje que no imaginaba en alguno de los 100,000 pueblos y ciudades en donde está presente.
“No tratamos de resolver un problema, no había un punto crítico, es más una oportunidad. Veíamos que toda la gente iba a los mismos lugares: Las Vegas, Miami, Roma… No les estamos diciendo que no vayan a esas ciudades, les estamos diciendo que pueden ir a cualquier lugar”, explica Brian Chesky, director ejecutivo y cofundador de Airbnb, durante el Summer Release Media Roundtable en Nueva York.
La nueva forma de viajar que inició con la pandemia, debido a las restricciones de movilidad y los nuevos esquemas de trabajo, demanda condiciones más flexibles, tanto en tiempos como en destinos. Esta es la estrategia que ha seguido la plataforma en los últimos doce meses, cambiando la manera de buscar viajes de los últimos 25 años.
Muchos usuarios demandan lugares donde relajarse y trabajar, como los nómadas digitales, o destinos cercanos donde instalarse con la familia, lo que se traduce en estancias más largas. Esta tendencia ha alcanzado su punto más alto en el primer trimestre de este año: una de cada cinco noches reservadas a través de Airbnb, más del doble que en el mismo periodo de 2019.
También han aumentado los viajes a destinos nacionales, que suponen más de la mitad de las noches reservadas en este mismo periodo a través de sus canales, mientras los viajes internacionales ya alcanzan los niveles previos a la pandemia.