México en terapia intensiva, pierde 2-0 con Argentina y necesita golear a Arabia Saudita para calificar
Argentina tiene a Messi. Con esa oración se puede resumir el partido entre México y Argentina. Un duelo demasiado trabado, sin espacios, sin ocasiones realmente, donde se corrió y se metió porque la derrota era mortal para la albiceleste y dejaba en terapia intensiva a los aztecas.
Y apareció Leo, a la hora de juego, en una de las pocas que tuvo espacio, se perfiló y la metió pegada al poste. Y sobre la hora, puso el pase para que Enzo Fernández la metiera pegado al palo. 2-0 lo ganó Argentina y México tiene que usar la calculadora para avanzar a la segunda ronda.
Pero volvamos al principio. Gerardo Martino usó ese once inicial inédito, con línea de cinco y sin centro delantero, y la apuesta, al final del día, no dio resultados, pero tampoco fue mala. Argentina no hizo nada la primera hora de juego, pero México no tenía el balón y el desgaste físico eventualmente pasó factura, más cuando Andrés Guardado se retiró lesionado antes del descanso. De ocasiones, pocas: un centro que Moreno no alcanzó a cerrar la pinza a segunda palo y un tiro libre de Alexis Vega que el Dibu Martínez voló para atrapar
México comenzó a sufrir el partido en la recta final del primer tiempo. Era demasiado correr y sin generar. La pausa tampoco le sirvió del todo. Messi tuvo un tiro libre que desaprovechó, pero no lo haría de nuevo. Justo cuando Martino iba a sustituir, Leo encontró un hueco por el centro y venció cruzado a Ochoa.
Antuna y Jiménez ingresaron para buscar el empate, pero los problemas en la generación que plagan a la selección de Martino no encontraron solución. Argentina renunció a la pelota para asegurar los tres triunfos y se encontró con el segundo, en un córner en el que parecía que iban a matar tiempo, pero cobraron en corto, México estaba mal posicionado, Messi habilitó a Enzo y la metió pegada al palo.
‘Dosacero’. El marcador más engañoso del fútbol. Quizá demasiado premio para Argentina, que poco generó, pero logró el gol y tiene a México con la calculadora en una mano, el rosario en la otra y par de pantallas para ver la última jornada, porque para que la selección mexicana pase, necesita ayuda que alguien gane el Polonia-Argentina y que finalmente se rompa el sello del arco rival. Van más de 400 minutos de la última vez que lo lograron en un Mundial.