Las redes sociales antes de dormir alteran el sueño

“Evita las pantallas antes de acostarte” es uno de los consejos más comunes para dormir. Pero ¿y si el verdadero problema no es el tiempo frente a las pantallas, sino cómo usamos las redes sociales por la noche?
La falta de sueño es uno de los problemas de salud pública más extendidos, pero a la vez más ignorados, especialmente entre adultos jóvenes y adolescentes.
A pesar de necesitar de ocho a diez horas de sueño, la mayoría de los adolescentes no lo hacen, mientras que casi dos tercios de los adultos jóvenes duermen regularmente menos de las siete a nueve horas recomendadas.
Dormir mal no se trata solo de sentirse cansado, sino que se relaciona con un deterioro de la salud mental, la regulación emocional, la memoria, el rendimiento académico e incluso un mayor riesgo de enfermedades crónicas y mortalidad prematura.
l mismo tiempo, el uso de las redes sociales es casi universal entre los adultos jóvenes, y el 84% utiliza al menos una plataforma a diario. Si bien las investigaciones se centraron durante mucho tiempo en el tiempo frente a las pantallas como la causa de la falta de sueño, cada vez hay más evidencia que sugiere que la frecuencia con la que las personas consultan las redes sociales, y su nivel de interacción emocional, es incluso más importante que el tiempo que pasan en línea.
Una psicóloga social e investigadora del sueño, estudió cómo los comportamientos sociales, incluyendo los hábitos en redes sociales, afectan el sueño y el bienestar. El sueño no es solo un comportamiento individual; se ve influenciado por nuestros entornos y relaciones sociales.
¿Y uno de los factores más comunes, aunque subestimados, que influyen en el sueño moderno? Nuestra interacción con las redes sociales antes de dormir.
Más allá de simplemente medir el tiempo dedicado a las redes sociales, los investigadores han comenzado a observar la conexión emocional que sienten las personas con su uso de estas.
Algunos estudios sugieren que la forma en que las personas interactúan emocionalmente con las redes sociales puede tener un mayor impacto en la calidad del sueño que el tiempo total que pasan en línea.
En un estudio realizado en 2024 con 830 adultos jóvenes, mis colegas y yo examinamos cómo los diferentes tipos de interacción en redes sociales predijeron problemas de sueño. Descubrimos que las visitas frecuentes a redes sociales y la inversión emocional fueron predictores más sólidos de un sueño deficiente que el tiempo total frente a pantallas. Además, la activación cognitiva previa al sueño y la comparación social desempeñaron un papel clave en la vinculación de la interacción en redes sociales con la interrupción del sueño, lo que sugiere que los efectos de las redes sociales sobre el sueño van más allá de la simple exposición a la pantalla.
Creo que estos hallazgos sugieren que reducir el tiempo frente a la pantalla por sí solo podría no ser suficiente; reducir la frecuencia con la que las personas consultan las redes sociales y su conexión emocional con ellas podría ser más eficaz para promover hábitos de sueño más saludables.