Larry Fink, CEO de BlackRock, advierte que “Jubilarse será mucho más difícil en 30 años”
El presidente y CEO del fondo de inversiones BlackRock, Larry Fink, asegura que uno de los mayores retos de mediados del siglo XXI será la cada vez menor capacidad de los ciudadanos para jubilarse, y señala una futura crisis en las prestaciones de la seguridad social
“(La jubilación) es una propuesta mucho más difícil de lo que era hace 30 años. Y será mucho más complicada de aquí a 30 años”, aseguró Fink en una carta destinada a los accionistas de BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo.
En la nota, se hace referencia a una encuesta de la Oficina del Censo de Estados Unidos de 2022, según la cual casi la mitad de los estadounidenses de entre 55 y 65 años no tienen ahorros en sus cuentas personales de jubilación, y además señala que la administración de la Seguridad Social no podrá pagar sus prestaciones completas en 2034.
El CEO también se cuestiona si el sistema de jubilación en EU -un país donde no existe un sistema público de pensiones y los planes de jubilación son privados- es demasiado arcaico: “Nadie debería trabajar más tiempo del que quisiera. Pero me parece un poco loco que nuestra idea para la edad de jubilación adecuada -65 años- tenga su origen en la época del Imperio Otomano”.
Fink asegura que el envejecimiento de la población pone a prueba las redes de seguridad de los ciudadanos, como la seguridad social, un factor que empeorará a medida que los avances médicos alarguen la vida de las personas.
“Como sociedad, dedicamos una enorme cantidad de energía a ayudar a la gente a vivir más años. Pero ni siquiera una fracción de ese esfuerzo se dedica a ayudar a la gente a permitirse esos años extra”, escribe.
El empresario señala que el Gobierno federal “ha dado prioridad al mantenimiento de las prestaciones sociales” para las personas de la tercera edad, a pesar de que esto podría llevar a que la seguridad social sea menos eficiente cuando los trabajadores más jóvenes se jubilen.
Por otra parte, Fink destaca el deber de las empresas de ofrecer a los trabajadores ciertos beneficios laborales, así como la necesidad de incluir a los empleados fijos y a tiempo parcial en los sistemas de jubilación de las compañías (algo que ya llevan a cabo unos 20 estados de EU).
Además de la futura crisis en torno a las jubilaciones seguras, Fink destaca que otro de los grandes retos económicos a los que hará frente la sociedad a mediados de siglo será el de construir las infraestructuras que se necesitan para los ámbitos de la digitalización y la energía.