Pekin previene rebote de Covid-19 con pruebas a toda su población
EFE.- Una campaña para analizar a casi toda la población, laboratorios inflables, clínicas móviles y una exhaustiva investigación epidemiológica forman parte de las recetas de Pekín para atajar un rebrote del coronavirus que, un mes después de su primer caso, ha dejado unos 300 positivos confirmados.
A la entrada del hospital Pu Ren de la capital china, decenas de personas hacen cola desde primera hora de la mañana para hacerse una prueba de ácido nucleico frente a un mostrador, en algunos casos por voluntad propia y en otros porque necesitan un resultado negativo que les permita viajar o regresar a sus puestos de trabajo.
Trabajadores de supermercados, empleados de restaurantes, personal sanitario y repartidores figuran entre los colectivos que deben hacerse la prueba de forma obligatoria, además de quienes residen en las zonas que las autoridades declararon de alto riesgo, es decir, aquellas aledañas al mercado mayorista de Xinfadi, donde se comenzó a detectar una oleada de Covid-19 el pasado 11 de junio.
Desde entonces, la ciudad no ha dejado de aumentar su capacidad para realizar test con el objetivo de contener el brote: el número de centros para recoger muestras se cuentan por centenares, mientras que los laboratorios capitalinos analizan más de un millón de pruebas cada día.
Hasta ahora se han analizado más de 10 millones de muestras, lo que supone más de la mitad de la población de la ciudad -más de 22 millones de personas-. Las medidas parecen haber surtido efecto y Pekín no registra nuevos contagios desde hace más de una semana.
LA CLAVE, LAS PRUEBAS MIXTAS
Para alcanzar tal volumen, los expertos optaron por pruebas mixtas que incorporan hasta cinco muestras en un solo análisis.
“En este tipo de pruebas se analizan varias muestras al mismo tiempo. Si una da positivo, se realiza de nuevo el análisis a todas las personas del grupo para saber cuál de ellas era la infectada. Este método es muy eficaz, y permite realizar test a gran escala“, explica a Efe Sun Guimei, decana asociada del hospital Pu Ren.